viernes, 4 de septiembre de 2009

Nunca me abandones - Kazuo Ishiguro



Hará aproximadamente un año y medio cayó en mis manos este libro. Con la excusa de leerlo junto a otros foreros de Ábrete libro, fui adentrándome en esta historia que, básicamente, podríamos tildar de Ciencia Ficción. Y digo básicamente porque ni siquiera su autor la reconoce como tal. Si tuviera que definirla de algún modo sólo se me ocurren dos palabras: imprescindible y pesar. No es un libro fácil de sobrellevar, más bien lo contrario, así que si eres de esas personas a las que no les gustan las historias sin final feliz... mejor no sigas leyendo.

Bueno, el caso es que la semana pasada, no sé muy bien por qué, se la recomendé a mi mujer, aunque al cabo de cinco minutos me arrepentí. Ella es más bien de novela histórica y la CF como que no, y lo de leer libros con final trágico muucho menos. Pero no lo hice, y ahora me alegro. Le gustó, a pesar de su temática y a pesar de su final, para nada agradable si no más bien desasosegante.

El libro, escrito por un japonés residente en Gran Bretaña desde su más tierna infancia, no narra aventuras siderales, ni conquistas planetarias, ni siquiera visitas extraterrestres... es, más o menos, lo que conoceríamos como una distopía: una utopía perversa, en la que el mundo deja de ser perfecto para convertirse en el más desagradable de los entornos, en el más apocalíptico de nuestros futuros próximos (ejemplos hay muchos en la literatura: 1984, La naranja mecánica, Un mundo feliz,...). Todo esto, repito, en contra de lo que el autor niega. Él define la historia como realidad alternativa, pero ¿qué es una distopía si no eso mismo?

Escrita (y leída) con parsimonia, a paso lento, nos narra los recuerdos de una antigua interna de Hailsham, un típico colegio inglés, con campiñas, praderas, bosques. Pero no es un colegio elitista, si no algo mucho más siniestro. Sin las estrictas normas típicas de la educación inglesa, los alumnos son inducidos a desarrollar su creatividad, porque ellos son especiales. Y es esa cualidad especial la que va haciendo que el libro, conforme pasamos sus páginas, se vaya convirtiendo en un tormento para el lector, un nubarrón que va encogiendo el corazón hasta hacernos ver que no hay esperanza para ellos.

SPOILERS:

Todos estos niños/adolescentes, con libertad sexual (puesto que son estériles en su totalidad) son meros clones. Réplicas que la sociedad utiliza para curar sus males, extrayendo sus órganos sin miramiento (algunos hasta cuatro veces) cual mercancía utilizada para meros fines terapéuticos. A pesar de los intentos de la Madame, los diferentes estamentos sociales rechazan la mera idea de que dichos jóvenes tengan sentimientos. Son meras reses ganaderas a las que mantener hasta que sea necesaria su utilización en trasplantes para sus posibles, las personas de las que teóricamente han sido clonadas.

La búsqueda final del grial, de la salvación para el amor, se ve truncada de raíz: no es posible, ni siquiera factible. Su destino está escrito y no hay modificación posible. Incluso los afortunados alumnos de Hailsham ven como su colegio (en el que el tratamiento es exquisito hacia los adolescentes en contraposición a otros centros) cierra sus puertas, con lo que un mayor catastrofismo invade todo lo que les rodea, la mínima ilusión que eso suponía se va desvaneciendo poco a poco...
FIN SPOILERS


Sé que todo lo escrito es deprimente, oscuro, triste. Pero es lo que el autor nos muestra en su historia, lenta, sin apenas modificaciones destacables, sin variaciones estridentes... pero impasible en su caminar. A ello se unen todos los caminos abiertos y que no se cierran, todas las preguntas sin respuesta, todos nuestros deseos por saber más y que no se ven cumplidos.

¿Será nuestro futuro?

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